LAREDO, TX. — A 25 años de la inauguración del Puente del Comercio Mundial, la exalcaldesa de Laredo, Elizabeth “Betty” Flores, compartió sus memorias sobre la histórica obra que transformó la frontera. Gobernó entre 1998 y 2006 y fue una de las principales impulsoras del proyecto junto con el entonces alcalde de Nuevo Laredo, Horacio Garza.
“Lo único que les prometí a los ciudadanos cuando me postulé fue quitar esas filas de tráileres que causaban accidentes y cobraban vidas en la I-35”, recordó. Uno de los momentos clave fue la obtención del permiso presidencial, que llegó gracias a la intervención de la gobernadora Ann Richards en 1994, tras ser nombrada Mr. South Texas.
“Ann me preguntó qué podía darle a Laredo, y le dije: el permiso del puente. Ella trabajó con el presidente Clinton y lo trajo”, dijo Flores. Sin embargo, el permiso estuvo sin usarse por cuatro años, hasta que su experiencia en el sector bancario le permitió concretar el financiamiento. Con apoyo de TxDOT, logró un préstamo inicial de 35 millones de dólares y, posteriormente, gestionó recursos adicionales en Washington y Nueva York.
“Nuevo Laredo terminó su parte del puente antes que nosotros. No teníamos cemento. Horacio y yo trabajamos muy duro juntos”, agregó, destacando también el apoyo de transportistas y agentes aduanales, además del personal de su administración.
Una de las anécdotas más memorables fue el origen del nombre del puente:
“Íbamos pasando y le dije a René González: si Nueva York tiene el World Trade Center, ¿por qué Laredo no puede tener el World Trade Bridge? Le llamamos a Horacio y le gustó. Así nació el nombre”, relató.
Sobre la ceremonia inaugural, mencionó que el presidente Zedillo pidió a Horacio Garza no asistir al evento local, ya que él haría su propia inauguración con el entonces gobernador y candidato presidencial George W. Bush. A pesar de ello, Garza asistió y participó, en un gesto de reconocimiento al esfuerzo conjunto.
Hoy, con el puente operando a plena capacidad y planes de expansión en marcha, Flores se enorgullece del impacto que tuvo su gestión. “Este puente se pagó antes de lo previsto. Cruzaban 10,000 camiones al inicio, ahora son muchos más. Nadie creía que tendría tanto éxito”.
Al preguntarle sobre nuevos proyectos de cruces internacionales, Flores fue clara: “Hay trabajo para todos, pero el cliente es quien decidirá si un puente tiene éxito o no. Si no le conviene, no lo va a usar”.
